Cachi Ortegón
y su equipo
Sabanas, conversa y verso
Participantes
1. Lilia Colina tiene 60 años. Su infancia y juventud las vivió en estrecho
contacto con las costumbres y faenas del llano araucano; entre los oficios de
la casa y los de la sabana, entre velorios, joropos y cantos de trabajo, afirmó
el conocimiento íntimo de su tierra y su música.
Lilia es madre orgullosa,
gestora cultural, bailadora criolla, participante de montajes teatrales, cocinera
de saber y sazón, compositora e intérprete, que, en deuda con su sangre
indígena, canta en diversas lenguas nativas, y, como una forma de pagarle al
llano, canta joropo recio y pasajes sabaneros.
“Todo lo que dependa de llano, todo me encanta, me gusta”.
2. De otra sabana colombiana, de la Costa Caribe, viene Hernán Duley De La
Ossa Benítez, nacido en Sincé, Sucre, hace 23 años. Escritor, poeta,
aficionado a las corridas de toros y las corralejas, querendón de los caballos
finos y los toros bravos, su pulso dulce para la guitarra se afirma con la
garrocha, y se inspira emocionado cuando escribe en defensa y promoción
de su cultura raizal.
Publicó “¿A dónde van las gaviotas?”, ganó concursos de poesía, está
próximo a graduarse de abogado, y vendrá a contarnos de su región.
“Mi título nobiliario no es otro que el estandarte de sabanero que llevo en la
frente y en mi cabeza un sombrero vueltiao”.
3. Llanero, San Martinero, Cantador y Caporal de Mataredonda, entre estos
cuatro horcones ha parado su vida Manuel “Chicuaco” Torres. Sabedor sin
egoísmos de la historia y leyenda de su tierra, conocedor profundo de ese
llano arrugado, viajero curioso, coplero de inspiración, ha dado qué cantar a
Dumar Aljure, a José “Catire” Carpio, a Raúl “Numerao” González y muchos
más; y ha dado que contar a investigadores, cronistas, paisanos y visitantes
que le respetan y aprenden. Parte de su poesía se publicó en “Los
cuadernos de Chicuaco”, el resto anda por los caminos de su serranía.
“Por estas amplias sabanas
a lo largo y al través
de tanto andar de a caballo
se me encorvaron los pies”.
4. Álvaro Yesid Gualdrón, es un gestor cultural indígena, sikuani, baquiano
por sus territorios y tradiciones, rastreador incansable de los saberes
ancestrales de su etnia. Con los mayores ha investigado y rescatado bailes,
tradición oral, pintura corporal, cestería, vestuario, cantos, significados,
técnicas y conocimientos para apropiación y enriquecimiento cultural de sus
comunidades.
Viene del resguardo de Caño Mochuelo, donde se reúnen 10 etnias
sabaneras milenarias del Orinoco, y se juntan los llanos de Casanare,
Arauca, el Vichada y Apure. En sikuani se nombra Hiraya, que significa
“Lluvia de Estrellas”.
Daxita taxamonae pakabaxakobatsi: Emoxoyo nakua patopa, Pijimone
Axexei Nawita.
5. En Casanare nació Pío Elio Abril Girón, en Paz de Ariporo. Y se crió en La
Chapa, en Hato Corozal. En fundos y hatos de Casanare recibió la educación
del hombre llanero; solo por los caminos se hizo cantador, en la caballeriza –
amadrinado del cuatro- amansó sus primeras composiciones, en vaquerías y
parrandos se armó coplero, y en festivales artista.
De hato en hato anda hoy a caballo, trabajando llano. De tarima en tarima
anda hoy, joropiando, improvisando versos.
Además, a sus 31 años, es todo un personaje de las redes sociales, con
muchos seguidores compartiendo sus vivencias de artista y peón de sabana.
“Aquí nací, aquí me crié
y aquí fue mi formación
aprendiendo de mi taita
veguero de profesión,
mi mama una mujer criolla
completa para un fogón,
por algo nací llanero
de la cabeza al talón…”
Ian Davidson
Director regional de Las Américas.
BirdLife International
Thomas Walshburger
The Nature Conservancy
El Agua, conector de vida en la Orinoquia
Resumen Ponencia
Los Llanos se consideran una región rica en agua, y efectivamente es así durante la época de seis meses de lluvias, pero durante la época seca de igual extensión, las sabanas se tornan en un entorno casi desértico. Pero es este patrón climático es el que precisamente define la aparición de sabanas.
La pregunta es cómo el hombre se adaptó a este bioma sabanero tan fluctuante en el exceso y escasez de agua. La actividad que se desarrolló predominantemente fue la ganadería introducida por los jesuitas en el siglo 17. Aunque esta actividad tuvo que adaptarse también a un exceso de pasturas durante la época de lluvias y luego a su escasez durante la época seca. La rotación del ganado entre sabanas inundables y no inundables a lo largo del año fue una primera solución y luego encontrar soluciones de almacenamiento de agua superficial para usar en la época seca construyendo, entre otros, jagúeyes, lagunas, tapas, etc. Actualmente el bombeo de agua de fuentes subterrneas ya sido una solución para la provisión de agua.
Durante siglos se ha mantenido un equilibrio entre oferta y demanda de agua. Pero este panorama esta cambiando. La agroindustria y la ganadería intensiva con pastos introducidos requiere mas agua, ya sea para irrigación o demanda de agua del ganado.
Pero la oferta de agua también ha cambiado por la pérdida de coberturas vegetales naturales, por un lado en la zona andina por deforestación y por otra en la planicie llanera por el drenaje de sabanas inundables, el avance de la agroindustria y el cambio climático, que en conjunto son los factores que más están afectando la regulación hídrica y calidad de agua en la Orinoquia. En la actualidad el agua debe ser considerado como un factor crucial en la planificación de la producción en la Orinoquia colombiana, dados los escenarios de cambio climático que exacerbarían la intensidad de épocas húmedas y secas (TNC 2019, IDEAM 2017).
La ganadería extensiva introducida por los jesuitas ha sido y sigue siendo la principal actividad productiva en la Orinoquia colombiana. En las últimas dos décadas, no obstante, la expansión de agroindustria de 1,000 km2 a 8,000 km2, con cultivos de arroz, caña de azúcar, palma de aceite (Nogales Pimentel et al., TNC, 2021) la provisión de agua aun no ha llegado a niveles críticos, pero la modelación matemática desarrollada por TNC de muestran que esto puede cambiar hacia el futuro por aumento de la demanda de agua y por los impactos esperados de cambio climático.
Tomando en cuenta que con la expansión de estos cultivos, Nogales Pimentel y colaboradores (2021) llevaron a cabo una modelación hidrológica para cuatro escenarios de expansión de cultivos agroindustriales y ganadería, siguiendo el patrón actual hasta un escenario extremo en donde se transforma toda la frontera agrícola definida por la UPRA. En todos los escenarios se trabajó con estiaje de 95% (Q95), lo que quiere decir que el caudal en un cuerpo de agua debe ser igual o mayor a 95% del caudal mínimo que se observa durante la época de sequía, valor que al menos garantiza el caudal ecológico necesario para mantener los procesos ecológicos y ciclos de vida de la biodiversidad en una zona dada.
Las conclusiones en términos generales muestran que los cambios esperados en la cobertura del uso de la tierra asociados a los cuatro escenarios propuestos generan importantes impactos sobre la disponibilidad de agua en la Orinoquia colombiana. En algunos casos el flujo de agua en época seca se puede reducir en mas del 50% de los valores actuales. El análisis por escenarios mostró la posible ocurrencia de impactos negativos sobre la biodiversidad y los ecosistemas naturales de la región, principalmente a nivel de flora y fauna acuática debido a las alteraciones en los patrones de flujo durante el estiaje que afectarían los caudales ecológicos. Estos cambios en la disponibilidad de agua podrían llevar al decrecimiento de poblaciones o la extinción local de especies y desde luego impactarían también las actividades agropecuarias.
Esta situación también se visualiza con los resultados de un estudio ejecutado por TNC, WCS y CIAT (Williams et al., 2020) en donde el CIAT elaboró un mapa de transformaciones de cobertura vegetal entre los años 2000 y 2016. Este mapa mostró la dinámica de pérdida de cobertura naturales a pastos introducidos y la expansión de cultivos anuales y perennes (arroz y palma). Igualmente muestra que los bosques del piedemonte se han perdido en más de un 80% de su cobertura original. Debido a esto se ha perdido la conectividad biológica entre los Andes y la llanura orinocense y también la conexión de estos bosques hacía el sur hasta la Amazonía.
Igual suerte corrieron las sabanas nativas que ocurrían en la transición del piedemonte hacia sabanas inundables y sabanas de la altillanura. La pérdida de conectividad se torna más grave en escenarios de cambio climático, porque las especies de sabanas y bosques de la llanura no tendrán rutas de migración hacia áreas climáticamente más aceptables para su supervivencia. La pérdida de conectividad y de hábitats viables para especies y comunidades tanto animales como vegetales podría tener un impacto fuerte sobre la ganadería ya que en la biodiversidad cumple una función importante en control de plagas, polinización, dispersión de semillas, ciclaje de nutrientes, entre otros. Estos servicios regulatorios harán a la ganadería más vulnerable a problemas de sanidad y provisión de forrajes.
En conclusión, varios de los ecosistemas del piedemonte llanero y de sabanas inundables de Casanare y Arauca se encuentran en peligro crítico, en peligro o vulnerables de acuerdo con Etter et al. (2017). Si no se avanza hacia una estrategia seria de ordenamiento territorial y de conservación de ecosistemas estratégicos como los bosques inundables y los humedales de las sabanas inundables y morichales, saladillales, etc., se estaría en alto riesgo de perder tanto los servicios ecosistémicos que presta la biodiversidad para la resiliencia de sistemas productivos, como la provisión y regulación de agua a la que se suman los efectos del cambio climático. Otros servicios regulatorios como el ciclaje de nutrientes y formación de suelos, también se verían seriamente afectados.
Sofía Rincón
Coordinadora Ecorregional Orinoquia - WWF Colombia
Sofía es Bióloga de la Universidad de los Andes, Especialista en Gestión Ambiental y Magíster en Medio Ambiente y Desarrollo de la Universidad Nacional. Su experiencia de más de 25 años se relaciona con análisis de política, ordenamiento territorial, sostenibilidad en la planeación y desempeño sectorial, planificación a escala de paisaje y jurisdiccional, conservación de la biodiversidad y servicios ecosistémicos, fortalecimiento de la gobernanza, políticas globales, nacionales y regionales de conservación e intersectoriales, así como en asuntos de conservación y desarrollo.
En enero de 2024 cumplirá 13 años haciendo parte del equipo de WWF Colombia y actualmente coordina las acciones de WWF en la región de la Orinoquia.
Juanita Escobar
Fotógrafa independiente
Hasta el Orinoco desde el Llano
-un relato visual-
Será un relato visual, un recorrido por el paisaje humano y natural del Llano (en el Casanare) al Orinoco (en el Vichada). Ambos departamentos
son vecinos y de uno al otro el mundo cambia, las lenguas se multiplican,
la relación con los ríos y las sabanas se transforma. He vivido e
investigado esta geografía desde hace 15 años y lo que verán es un
retrato íntimo de la identidad de estos ríos y sabanas, donde la luz y el
brillo lo aporta la gente. Llaneros, indígenas y migrantes que desde ahí
ejercen su libertad y su dignidad.
Juanita Escobar, Colombia, 1985.
Fotógrafa independiente
“Busco insistentemente huellas del paisaje en los gestos, en la piel. Sigo el rastro de las emociones que desbordan los cuerpos volviéndose paisaje y atmósfera. Esta relación entre la gente y su geografía es lo que vibra en los retratos, es la esencia de lo que significa para mí el concepto de Territorio.”
Su investigación a través de la fotografía documental gira alrededor del
paisaje humano: una geografía habitada por emociones, oficios, arraigo y
dignidad de ser y pertenecer a determinado lugar. Su método de trabajo
está enraizado en la etnografía: vive, mira e investiga desde hace 14 años
en el Llano y el Orinoco.
Es autora de 5 libros: Solo apto para mí misma 2023, Orinoco-Frontera
de agua- 2019, Tierra Errante 2019, Llano 2017, Silencios-Un Llano de
Mujeres- 2011.
Su proyecto “Solo apto para mi misma” ganó el premio a la publicación de
Fotolibro Latinoamericano de La Luminosa, en Buenos Aires, 2021. En el
2018 su investigación Orinoco -frontera de agua- fue ganadora del
Magnum Foundation Fund. Fue seleccionada para el Joop Swart
Masterclass de la World Press Photo en Amsterdam 2017 y en México
2015. Ganadora del Premio de Revisión de Portafolio otorgado por la
National Geographic Society 2015 en San José Foto, Uruguay. Ganadora
del Premio Nacional de Fotografía Colombo-Suizo 2009.
Sus historias han sido publicadas en las revistas Der Spiegel, Geo
Magazine Alemania, Vogue Latam y además en otros medios digitales
como National Geographic Proof, Time LightBox, New York Times Lens
Blog.
Su obra ha estado expuesta en Bogotá (Museo Santa Clara 2009), Cali
(Museo la Tertulia 2019) Buenos Aires (Fola 2018), Montevideo (CDF 2018),
New York (Bronx Documentary Center 2018 y Photo Ville 2019), Cambodia
(Angkor Photo Festival 2020), Barcelona (Photographic Social Vision
2018), Lucerna (Fotodok, Kornschütte 2021), Zurich (Stapherhaus
Museum 2022), Tel Aviv (Photo Israel 2022).
Luz Mercedes Botero
Zootecnista; M.Sc Desarrollo Rural; Ganadera.
Antioqueña de nacimiento, mi desempeño profesional como Zootecnista con maestría en Desarrollo Rural, ha sido en la región Caribe colombiana. Actualmente vivo en el departamento del Magdalena. A continuación alguna de los trabajos realizados y ad honorem desempeñados:
- Zootecnista ejerciendo como asistente técnico en ganaderías vacunas y bufalinas en el sur de los departamentos de Bolívar; Sucre; Magdalena y Córdoba. Año 1985-1999.
- Nuevamente desde el año 2020 me desempeño como asistente técnico en la misma región.
- Docente universitaria año 2000-2019. Programa de Zootecnia Universidad de Sucre.
- Miembro de Conaces en la sala de Agronomía, Veterinaria y Afines. Año 2012-2015
- Presidente del colegio de jueces y de la Junta Directiva de la Asociación Colombiana de Ganaderos en Doble Propósito ASODOBLE. Año 1990 hasta hoy.
- Miembro del departamento técnico de ASODOBLE, desde su fundación hasta hoy.
- Tesorera y miembro de la Asociación Colombiana de Ciencias Biológicas, capitulo Sincelejo. Año 2000 hasta la fecha
- Fundadora con Ricardo Botero y Jesús Zapata de las escuelas de mayordomía.
Me gusta la investigación y funde hace 20 años la línea de Investigación “Manejo Bovino en el Sistema Doble Propósito y Sistemas Promisorios Ganaderos “. A partir de las investigaciones realizadas he publicado varios libros y artículos científicos en revistas indexadas y de divulgación nacional.
Magangue Bolívar, 12 septiembre 2023
Trashumancia Ganadera en la Región Caribe Colombiana
Luz Mercedes Botero Arango, Zootecnista; M.Sc Desarrollo Rural; Ganadera.
Definición de Trashumancia:
Trashumar del latín: tras = más allá y humus = tierra (Larousse, 1972)
La trashumancia es el desplazamiento alternativo y periódico de partidas de animales, arriadas por sus pastores, entre dos regiones opuestas ambientalmente, con el fin de aprovechar la complementariedad vegetal establecida entre ambas zonas a través del ciclo estacional. Es considerada como una forma centenaria de ajustar los ciclos de producción de los herbívoros a los ritmos de la naturaleza. Se logra aprovechando los picos de producción de biomasa muy elevada pero muy localizada en algunas regiones marginales y en periodos de tiempo específico.
Es un movimiento periódico y fluctuante de herbívoros y sus pastores.
La periodicidad del movimiento está regulada por la distribución temporal entre la época de lluvias y la época de sequía y las actividades que se llevan a cabo en las unidades de producción, que se ajustan a este tipo de manejo. Este ciclo bimodal del clima origina un cambio temporal de permanencia de animales y vaqueros o pastores, seguido por una situación de retorno que da comienzo a un nuevo ciclo. Los desplazamientos trashumantes, involucran dos espacios naturales en el pastoreo, pero están conectados por medio de caminos ganaderos, ríos y caños que intercomunican los territorios, donde se modela finalmente una cultura.
La trashumancia es quizás uno de los sistemas agrarios más antiguos de la humanidad, réplica la migración de manadas de animales herbívoros silvestres; su práctica se ha ido probando, ajustando, y corrigiendo a través del tiempo. Probablemente, es por eso que su supervivencia hoy es quizás una de las pruebas más evidente de su validez como sistema productivo compatible con el sistema natural. En España consideran la trashumancia tradicional, como una práctica valida en el siglo XXI para conservar la biodiversidad en campos y dehesas de su territorio rural; (Sánchez-Moreno, 1988 y Garzón, 2012).
Derivado del sistema trashumante hay un montón de conocimientos, que se podrían utilizar como herramientas en el manejo del medio ambiente ante la crisis del clima.
La trashumancia y su relación con la cultura
Es muy importante tener en cuenta que la trashumancia no solo es un hecho físico de desplazamiento, en ella el comportamiento cíclico de los hatos y sus pastores, es generador de una cultura que aporta un valor característico por sus consecuencias en la modulación del paisaje, en la gestión del territorio, en los aspectos legales y en los aspectos no materiales, como las costumbres y la religión; (Castan, 1996).
El sistema trashumante con su movimiento cíclico de vaqueros y ganados entre regiones, moldea una cultura a través de la relación con el espacio, de relaciones sociales, de trabajo y de intercambios que se generan en torno a este exclusivo sistema de pastoreo (Ibid).
De acuerdo con Hendrikus y Riesco (2012), por los caminos van los ganados, los vaqueros, pero también una cultura. Concluyen que, la trashumancia es tan itinerante y tan abierta, que ofrece una mirada densa para abordar el paisaje desde la modernidad.
Una característica recurrente del sistema es el carácter comunitario de la práctica trashumante en el mundo. Para Antón (2000), a través de los siglos, el régimen comunal se situaba como uno de los más importantes mecanismos de supervivencia de la trashumancia y se considera la base de la organización social de los pueblos pastores del mundo. Cuando los territorios de pastoreo no tienen una titularidad se recurre a fórmulas de comunalismo rural, y su aprovechamiento pasa a ser la primera norma que se establece en el grupo de pastores.
Igualmente, la trashumancia no está determinada únicamente por la necesidad económica o la simple funcionalidad. Los trabajadores involucrados en este sistema ganadero entretejen innumerables relaciones precedidas por el principio de reciprocidad. La actividad trashumante ha proporcionado una rica herencia cultural, pues no solo viajan los ganados, se han desplazados las ideas, las costumbres, las representaciones lingüísticas, los misticismos y cientos de manifestaciones del universo mental de los pastores.
Como los trashumantes han procedido de distintas regiones la convivencia de los vaqueros ha favorecido la mezcla de saberes diferentes, que luego han cristalizado en un conjunto de elementos comunes que confieren identidad a la cultura pastoril. Por las vías pecuarias ha viajado todo un sistema de cultura, en continuo movimiento, un flujo de saberes populares que va de un extremo a otro. Los caminos representan arterias vivas por las que fluye el caudal de una cultura, la ganadera. Esto ha llevado a una identidad cultural que guardan entre si las distintas áreas trashumantes, aunque sin excluir peculiaridades puntuales que aparecen en cada zona; (Flores, 1999).
Nota: este texto corresponde a apartes del libro de mi autoría: “Trashumancia una Práctica Universal “; actualmente en edición para su publicación.
Magangue, 12 septiembre del año 2023
Lourdes Peñuela
Fundación Horizonte Verde
Ganadería ligada a procesos de conservación en la sabana inundable de la Orinoquia.
Resumen Ponencia
La ganadería ha ocupado históricamente este territorio basada en el uso de pasturas nativas con mínimas transformaciones de los ecosistemas naturales, ha coexistido amigablemente con la biodiversidad alli existente y es la base de la cultura llanera; es un sistema socioecológico. El paisaje de sabana es el resultado de la interacción de factores climáticos, suelo y los componentes bióticos, que han moldeado su aspecto y las especies de flora y fauna allí presentes. La ganadería en la sabana inundabe es una actividad de importancia económica para los departamentos de Arauca y Casanare.
La conservación de ecosistemas vitales para la vida del hombre y las especies acompañantes, destacan la importancia del uso y manejo de los recursos naturales ofertados por las dinámicas biológicas y ecológicas de los paisajes. La sabana inundable posee importancia estratégica y a su vez, una marcada fragilidad a perturbaciones antrópicas propias del crecimiento económico de la región. Se hace vital qué el uso de zonas de alta importancia nacional y global, cuente con un profundo conocimiento de la dinámica de los ecosistemas que la conforman y su fragilidad, especialmente ante una intervención externa. La ganadería ligada a la sabana inundable, ha permitido la conservación de este paisaje en la region de la Orinoquia, gracias a su manejo en armonía con la oferta ambiental y las dinámicas naturales de los cilcos hidrológicos.
Esta comprensión del entorno del paisaje y el diario vivir, ha generado un manejo integrador por los llaneros de la zona, que respetan la conectividad entre los ciclos de inundación y sequía, los procesos físicos y biológicos de los ecosistemas, generando como resultado un modelo productivo que mantiene la función ecológica del paisaje, la base productiva agrícola y pecuaria, y que impacta positivamente la economía regional.
La sabana inundable presta servicios y bienes ambientales como la regulación del ciclo hídríco superficial y de acuíferos, al actuar como agentes controladores de inundaciones que almacenan y liberan lentamente las aguas lluvias acumuladas (nivel freático), ofrece retención de sedimentos, control de erosión, estabilización microclimática, regulación del ciclo de nutrientes, alta productividad biológica, estabilidad de los ecosistemas, retención de bióxido de carbono, ecoturismo, recreación, educación e investigación científica. La Orinoquia es considerada un territorio que ofrece grandes posibilidades de desarrollo económico, entre otros factores debido al área de sabana tropical que posee, con potencial para la intensificación de la producción agrícola y ganadera. Pero es prioritario generar alternativas sostenibles de uso y de intensificación de la producción, que permitan mantener los ecosistemas locales y su mejoramiento en el tiempo.
Si bien es cierto que la ganadería ligada a la sabana inundable posee parámetros productivos bajos, también lo es que este sistema productivo ha permitido hacer un uso sostenible e integrado del territorio. Para lograr que persista una relación positiva entre la ganadería y la conservación de la sabana inundable, es necesario mejorar su productividad y competitividad, en especial cuando se enfrenta a nuevos sistemas de producción altamente competitivos en el área.
Estas fincas ganaderas ubicadas en la sabana inundable han complementado sus esfuerzos de conservación estableciéndose como Reservas Naturales de la Sociedad Civil, firmando Acuerdos de Conservación Producción y como áreas de interés para la conservación de las aves-AICAS. La identidad de este paisaje es el agua, la biodiversidad, la ganadería y los llaneros.
Casanare ha estado los últimos años entre el segundo y tercer hato bovino del país. Se estima que produce 0.98% de emisiones netas y Arauca el 0,5% del 100% neto de país de 185,6 (Mton CO2 eq2) considerando que Colombia representa solo el 0,4% total de emisiones de gases efecto invernadero-GEI a nivel mundial.
A partir del funcionamiento del socioecosistema local y considerando un sistema productivo que use y complemente la oferta natural, con una mirada sistémica que reconoce los subsistemas y sus relaciones basada en la dinámica hídrica y los forrajes nativos, el suelo, la cultura y la familia, privilegiando la gran biodiversidad que alberga esta región, y las diversas interacciones, se define la productividad total del sistema con beneficios sociales, productivos, ambientales y bajos en emisiones de GEI. Representa un caso sui generis donde la ganadería ha favorecido los procesos de conservación, ha mantenido la cultura llanera, pero requiere mejorar sus índices productivos particularmente aquellos relacionados con la reproducción (ganadería de cría), que debería traducirse en un incremento de la productividad.
Principios como recursos naturales; individuos y comunidad; bienestar animal; alimentos y eficiencia e innovación, son parte de la estrategia de mejoramiento de la productividad, para una ganadería eficiente y productiva en sabana inundable bajo enfoque de conservación-producción.
Desde la Fundación Horizonte Verde-FHV, en cooperación con otras organizaciones, se ha trabajado por más de 10 años en un dialogo de saberes con ganaderos de la sabana inundable, generando información conceptual y rutas hacia la sostenibilidad. Así mismo se han implementado GEI.
La información se encuentra disponible en las diversas publicaciones que aquí se presentan y las cuales son de acceso gratuito y se encuentran disponibles en nuestro sitio web: https://horizonteverde.org.co/
Camilo Alvarado Cortes
FEDEGAN
- Zootecnista de la Universidad Nacional de Colombia
- Experiencia de mas de 10 años en ganadería sostenible
- Actualmente Profesional especialista en monitoreo del área de sostenibilidad de la Federación Colombiana de Ganaderos – FEDEGAN
- Fue profesional de capacitación y logística del Proyecto Ganadería Colombia Sostenible en la regional Boyacá y Santander
- Productor de leche bovina y asesor para las cadenas de suministro de leche y carne
Ganadería sostenible en las sabanas de la Orinoquía
Resumen Ponencia
El concepto de ganadería sostenible es amplio, donde se busca el bienestar multidimensional (humano y animal) con responsabilidad ambiental. La Orinoquia tiene una extensión de 26 millones de hectáreas y un inventario bovino de cerca de 6 millones (el 20% del inventario nacional). Según el IDEAM, el inventario bovino en esta región se ubica principalmente en los agroecosistemas ganaderos, sabanas inundables, ecosistemas transicional transformado y sabanas estacionales; dando como resultado una relación directa y permanente entre esta actividad productiva y el manejo, mejoramiento y conservación de estos ecosistemas.
FEDEGAN en alianza con la fundación CIPAV, The Nature Conservancy y el CIAT adelantaron la consultoría de formulación e implementación de una estrategia que apoye la transformación de agroecosistemas ganaderos bajos en carbono en paisajes priorizados de la Orinoquia. Esta consultoría caracterizo los predios ganaderos en los municipios de Paz de Ariporo, Arauca (paisaje predominante, las sabanas inundables), Puerto López, La Macarena y La Primavera, definiendo variables e indicadores productivos, económicos y sociales.
Esta caracterización permitió definir el grupo de prácticas que establecidas y adelantadas en las fincas de estos municipios, reducirán la huella ambiental (huella de carbono), a su vez aumentara la productividad (carne, leche e indicadores reproductivos) y el mejoramiento de los ingresos y calidad de vida de las familias.
Para soportar y validar el compromiso de la actividad ganadera de esta región con los mercados y en especial con los consumidores de leche y carne, se establece el Sello Ambiental Colombiano. El cual se crea y reglamenta para dar cumplimiento por parte del productor a la implementación de 16 criterios que se relacionan con la responsabilidad ambiental y conservación de los recursos naturales, usar las mejores prácticas ganaderas en armonía con el medio ambiente, buenas prácticas ganaderas y la responsabilidad con los empleados.
A lo largo de esta charla analizamos bajo varios aspectos como a través de la actividad ganadera se contribuye a la economía de la región con un compromiso ambiental y social.
Javier Rodríguez
Biocarbono
Estrategia de desarrollo de la cadena ganadera, para el escalamiento de sistemas productivos sostenibles y bajos en carbono
Javier Arnulfo Rodríguez Dueñas. Zootecnista Universidad de La Salle, Especialista en producción tropical sostenible y candidato a Magister.
Ganadero en zona de altillanura, ha desarrollado proyectos en ganadería sostenible en calidad de implementador. Ha sido capacitador, líder en producción material vegetal para sistemas silvopastoriles no intensivos, asesor, gestor de proyectos y actualmente coordinador regional Biocarbono Orinoquia.
Diego Bejarano
Agrosavia
Conservación y gestión sostenible de los recursos zoogenéticos en Colombia
Grupo de recursos genéticos y biotecnología animal, Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria – AGROSAVIA. Centro de Investigación Tibaitatá, Km. 14 vía Mosquera – Bogotá, Mosquera, Cundinamarca, Colombia. Email: dhbejarano@agrosavia.co
Palabras claves: razas locales, apareamiento circular, variabilidad genética, endogamia, fomento, mejoramiento genético.
Resumen Ponencia
Colombia está catalogado como uno de los países con mayor biodiversidad del mundo, con una amplia variedad de especies de plantas, aves, mamíferos, insectos y microorganismos que representan la gran diversidad de ecosistemas que tiene el país, con diferentes condiciones edafoclimáticas en cada región (temperatura, humedad, tipos de suelo y orografía con diferencias muy marcadas), esta gran diversidad también se encuentra presente en los recursos genéticos utilizados para la producción de alimentos que hacen parte de la agrobiodiversidad Colombiana.
Dada la importancia que tiene la Agrobiodiversidad como base de la seguridad y soberanía alimentaria del país, el gobierno nacional ha hecho esfuerzos importantes para la conservación de sus recursos genéticos a través de la conformación y sostenimiento de los bancos de germoplasma de la nación colombiana (desde el año 1994), en donde se conservar diferentes colecciones de plantas, animales y microrganismo de interés agrícola y pecuario. En el caso particular de los recursos zoogenéticos, a través del banco de germoplasma animal (BGA), se busca evitar la pérdida de diversidad genética y reducir el riesgo de extinción en razas locales de bovinos, porcinos y ovinos, razas que actualmente tienen una baja participación en los sistemas productivos del país, pero que debido a sus características de adaptación, rusticidad, eficiencia reproductiva y calidad de producto (carne y/o leche), son un recurso genético importante para lograr la sostenibilidad de la industria ganadera bajo los nuevos escenarios de cambio climático, altos costos de insumos y las nuevas tendencias de mercado que demandan alimentos más saludables con bajo impacto sobre el medio ambiente.
En el BGA se han implementado dos estrategias de conservación, in vitro e in vivo, en el BG in vitro se realiza criopreservación de material genético en forma de pajillas y embriones (bajo nitrógeno líquido), en este banco de genes se almacena la variación genética que puede perderse en el futuro, con la posibilidad de utilizar este material para ayudar a recuperar variabilidad genética en poblaciones in vivo (funciona como duplicado de seguridad), por su parte en el BG in vivo se conservan poblaciones vivas de seis razas bovinas, tres razas de cerdos y dos razas de ovinos, colecciones que se mantienen en diferentes Centros de Investigación de Agrosavia ubicados en diferentes regiones del país, en donde se han implementado metodologías de manejo genético y reproductivo encaminadas a mantener su variabilidad genética, caracterizar cada raza y fomentar su incremento. Para conserva la diversidad genética de una raza en riesgo de extinción, el BGA debe incorporar suficiente cantidad de individuos que representen la variabilidad genética de la raza, y se debe evitar el incremento de la endogamia o consanguinidad dentro de la población bajo conservación.
Una regla general en la conservación de la diversidad genética es evitar tasas de incremento de endogamia mayores al 1% por generación, y en lo posible el valor promedio de endogamia en la población debe ser menor al 4% (directrices FAO). La pérdida de diversidad genética está directamente relacionada con la tasa de endogamia, por lo cual, se debe evitar grandes contribuciones de un solo o unos pocos animales a la próxima generación, lo ideal sería que todos los animales en edad reproductiva puedan aportar descendientes a la siguiente generación, sin embargo, en la práctica esto no se logra con facilidad, especialmente desde el lado de los machos, pues solo unos pocos individuos tendrán la posibilidad de transmitir sus genes a la siguiente generación.
En poblaciones cerradas con bajo tamaño efectivo poblacional la estrategia de apareamiento circular cíclico (ACC) entre grupos genéticos o familias es una manera efectiva de manejar la tasa de endogamia. En el BGA in vivo administrado por Agrosavia la estrategia de conservación se basa en un esquema de ACC (con asignación por mínima consanguinidad) bajo un modelo de monta estacional.
El uso de esta metodología a través del tiempo ha permitido restringir el incremento de la consanguinidad en las poblaciones del BGA, con valores promedio de endogamia menores al 4%.
En el BGA de las razas bovinas criollas Romosiuano (8-familias), Costeño con Cuernos (8-familias), Blanco Orejinegro (8-familias) y Sanmartinero (10-familias) se mantienen poblaciones con un inventario >400 animales por raza, con un promedio de 20 hembras en edad reproductiva y 2 machos reproductores por cada familia; en el caso de Hartón del Valle (6-familias) y Chino Santandereano, que fueron las ultimas razas en ser incorporadas al BGA (año 2013 y 2016) se tiene un inventario de 264 y 67 animales, respectivamente. Para el cierre del año 2022 el inventario del BGA de razas bovinas fue de 2.154 cabezas, con 605 nacimientos registrados y se comercializaron 755 subproductos del BGA, de los cuales alrededor del 60% se vendieron con fines de fomento para reproducción (vientres, toretes y reproductores). Dentro de las actividades de documentación del BGA, se ha caracterizado el desempeño productivo de las razas conservadas, en términos de rasgos de crecimiento y desempeño reproductivo, también se ha avanzado en la caracterización genómica de estas razas, mediante el uso de plataformas de genotipado de alto rendimiento que permiten evaluar una gran cantidad de polimorfismos de nucleótido simple (SNPs) distribuidos a lo largo del genoma de cada individuo.
Actualmente se cuenta con una plataforma de información genómica de razas bovinas criollas con más de 5,000 animales genotipados, a partir de la cual es posible estimar indicadores genéticos de diversidad, evaluar la estructura genética de cada población (análisis de ancestría), identificar y eliminar alelos foráneos en poblaciones amenazadas (introgresión de información genética de otras razas), evaluar la variabilidad genética de cada raza, controlar el aumento de la endogamia y la pérdida de diversidad genética (parentesco genómico).
La información generada (documentación del BGA) junto con los animales excedentes del proceso de conservación han permitido desarrollar estrategias para el fomento de estas razas con productores, y más recientemente estructurar un programa de mejoramiento genético (PMG) para promover el uso de este recurso genético. A partir de animales excedentes del BGA se desarrolló el plan de fomento de razas criollas (entre 2005-2011), que permitió multiplicar la población, con 131 núcleos vinculados y 6.264 animales registrados durante la ejecución del proyecto.
Desde el año 2013, los animales de mayor mérito genético excedentes del BGA se han destinado al fortalecimiento de los núcleos de selección que hacen parte del programa de mejoramiento genético de las razas Romosinuano, Blanco Orejinegro, Costeño con Cuernos y Sanmartinero, actualmente estos núcleos que son poblaciones independientes del BGA cuentan con inventarios >300 animales por raza, sobre las cuales se aplican métodos de evaluación genética y selección para la mejora de rasgos de interés productivo.
En cerdos criollos también vale la pena resaltar los trabajos realizados en el cerdo Casco de Mula desde el CI La Libertad, donde se han articulado esfuerzos con entidades como el SENA para la caracterización de la carne de esta raza y su potencial uso gastronómico, al igual que la interacción con el gobierno local para fomentar el uso de la raza en sistemas de pequeños productores y el establecimiento de un modelo de producción sostenible basado en pastoreo rotacional con especies como el maní forrajero (Arachis pintoi).
Conclusiones:
Colombia ha hecho esfuerzos importantes para la conservación de sus recursos zoogenéticos a través de la conformación y sostenimiento de los bancos de germoplasma animal (BGA), que han evitado la pérdida de la diversidad genética, y reducido el riesgo de extinción de razas locales que son de interés para la seguridad alimentaria del país.
En el BGA las poblaciones bajo conservación mantienen una buena capacidad productiva y reproductiva, con niveles bajos de endogamia.
Tanto el BGA como los núcleos de selección del PMG representan una fuente importante de material genético criollo de valor estratégico para el país y para la sostenibilidad de los agroecosistemas ganaderos.
La genómica es una herramienta importante para fortalecer la estrategia de conservación de las razas criollas, con el fin de incrementar la variabilidad genética conservada en el BG, definir grupos familiares y diseñar sistemas de apareamiento que permitan maximizar la variabilidad genética y controlar la endogamia.
Camilo Arreaza
Reserva de la sociedad civil el Madroño
Camilo Arreaza, es periodista graduado de la Universidad de la Sabana y se desempeña como ganadero en el eslabón de la cría dentro de la Reserva Natural de la Sociedad Civil “El Madroño”, en Casanare. Apoyó la creación de la Mesa de Ganadería Sostenible de Casanare (MGSCA) y colabora al interior del Colect loivo Cabresteros que defiende la cultura llanera y la preservación de los cantos de vaquería protegidos por la UNESCO.
Su liderazgo en la reserva ha permitido representar la voz de los productores ganaderos en importantes escenarios a nivel nacional, como los Acuerdos Cero Deforestación promovidos por Tropical Forest Alliance (TFA). Y es coautor del reporte Casos de éxito de la trazabilidad a nivel global, una mirada a Colombia. Más allá de lo sanitario y lo regulatorio; un llamado a la solidaridad de las cadenas alrededor de la Cero Deforestación.
La RNSC El Madroño incursiona ahora en la gestión predial del agua en ecosistemas inundables y se encuentra en proceso de estabilización genética de una raza híbrida adaptada a las condiciones nutricionales del ecosistema de las sabanas de Casanare y Arauca. En un plazo de aproximadamente 8 años, se espera poder ofrecer esta raza como parte del valioso inventario de razas criollas colombianas.
La combinación de la experiencia como ganadero y el conocimiento de los escenarios de políticas públicas le brindan una perspectiva única en el análisis de la trazabilidad en las cadenas de valor alimentarias, aportando a las iniciativas de clúster de su regiòn, y permitiéndole analizar desafíos y oportunidades desde diferentes ángulos, siempre buscando el beneficio de las personas, el medio ambiente y la actividad empresarial.
El Madroño RNSC y los desafíos alrededor de la Gestión del Agua, más allá de la cosecha de aguas
Parte 1. Relación entre la Actividad Ganadera y las Precipitaciones anuales:
- Contexto de las mediciones pluviométricas en las Sabanas inundables. (Recolección de datos desde el año 1994 a hoy). (5 minutos)
- Relación de la pluviometría anual con las curvas de concepción y nacimientos en montas naturales (Análisis de gráficas). (10minutos)
- Desafíos de las estaciones de monta y porquè las precipitaciones predisponen a Intervalos entre partos (IEP) más abiertos.(10 minutos)
- Relaciòn entre las Actividades del Hato ganadero y sus estaciones de lluvia Distribuciòn de los trabajos de llano de acuerdo a la lluvia y la sequìa (10 minutos)
- Cómo puede cambiar la ecuación ganadera al hacer una correcta gestión del agua en el hato.
Parte 2. Gestión Predial del Agua alrededor de la Sostenibilidad:
- Propuesta del Madroño Alrededor de la gestiòn Predial del Agua (10 min)
- Desafíos normativos y culturales alrededor de las tapas .(5min)
- Cosecha de Aguas y sus visiones. (5 min)
- Bebederos eficientes. (5 min)
- Desafíos del Keyline en la Sabana inundable .(5 minutos)
Saulo Usma
WWF Colombia
Sabanas Anfibias de la Orinoquia Colombiana
Resumen Ponencia
De acuerdo con el Instituto Humboldt el 26% de nuestro territorio nacional continental son humedales y de este total, cerca del 48%, se encuentran en la Orinoquia.
En esta región, los períodos de lluvia y verano se alternan y así, en las épocas de lluvias, se ocasionan pulsos de inundación que unen temporalmente los ríos, lagunas y sabanas en grandes lagos de agua dulce que incrementan los recursos de hábitat y alimento para muchas especies de peces, babillas, tortugas, nutrias y delfines.
Esta es tal vez, una de las mejores explicaciones de la gran diversidad biológica que posee la región y la cual tiene un enorme potencial para un turismo de naturaleza sostenible que junto a otros aprovechamientos sustentables pueden incrementar su seguridad alimentaria y economías locales y nacional. Así, por ejemplo, cerca del 90% de los peces ornamentales que Colombia exporta provienen de la Orinoquia y su comercio aportó en 2015 divisas por USD8 millones. Desde otro punto de vista, el agua de la Orinoquia es la principal fuente, primero, de innumerables acueductos locales y al menos ocho capitales, incluyendo Bogotá; segundo, son el elemento principal de empresas embotelladoras de agua que en 2018 tuvieron un mercado nacional por $18.4 millones de dólares; tercero, hacen parte fundamental de los sistemas de riego para cultivos agroindustriales (Palma de aceite, arroz, caña de azúcar, plantaciones forestales) y cuarto, sus ríos siguen siendo las principales vías de transportes y pasajeros entre sus departamentos dado su baja infraestructura vial.
A pesar de toda su importancia socioeconómica y ambiental varias amenazas afectan su salud ecológica y es urgente el trabajo conjunto de todos los actores clave para conservar las sábanas anfibias más grandes de Colombia.
Santiago Madriñán
Universidad de Los Andes - Director
“Plantas acuáticas de la Orinoquia colombiana”
Resumen Ponencia
Plantas acuáticas de la Orinoquia colombiana presenta, mediante descripciones cortas y fotografías detalladas tomadas durante tres años de trabajo de campo, cerca de trescientas especies de plantas acuáticas de la cuenca baja del Orinoco en Colombia.
Está escrito en un lenguaje que busca llegar al público general sin dejar de lado el carácter científico y riguroso de la Botánica. Constituye la más completa lista de plantas acuáticas de la Orinoquia colombiana recopilada a la fecha, producto de la recolección de especímenes en campo y clasificados en herbario por los autores.
Uno de los objetivos de este libro es inspirar e instruir al lector bien sea sentado en su casa, estudiando en la universidad, trabajando en un herbario o caminando por las majestuosas planicies inundables de la Orinoquia colombiana. En campo la obra sirve de herramienta para la identificación de especies por parte de botánicos profesionales y aficionados, llaneros o de cualquier otra región del país, colombianos o extranjeros. La belleza de la flora acuática de la Orinoquia colombiana, plasmada en las fotos aquí incluidas, es un aliciente para ver más allá de la aparente monotonía de los pastos que dominan las sabanas y descubrir entre los zurales, caños y morichales una inmensa diversidad críptica.
Después de todo, los Llanos colombianos son ambientes muy diversos con especies únicas que merecen ser apreciadas por su belleza y por su importancia ecológica, así como protegidas de las terribles amenazas que enfrentan en la actualidad.
Jhon Zamudio
WWF Colombia
Sabanas: Hábitat y guardería de peces.
Resumen Ponencia
Siempre escuchamos decir que Colombia es uno de los países más biodiversos del mundo, que somos el primero en diversidad de aves, orquídeas y mariposas, y el segundo en plantas, anfibios, reptiles, palmas, murciélagos y peces dulceacuícolas. Colombia al ser un país de agua, es un país de peces, y las sabanas inundables de la Orinoquia con más razón. ¿Pero qué tanto de esa riqueza conocemos? ¿Logramos reconocer la diversidad de peces más allá de lo que llega a nuestra mesa?.
¿logramos reconocer su importancia? En esta charla, exploraremos y profundizaremos en la diversidad de peces asociados a las sabanas, su importancia para el bienestar de las comunidades llaneras, el papel de estos ecosistemas en la reproducción y conservación de los peces a largo plazo y las amenazas a las que están siendo sometidos.
Jorge Barragán
Hato La Aurora
Turismo de jaguar en la sabana inundable
Resumen Ponencia
El jaguar en las sabanas inundables. La presencia del jaguar en un hato llanero es muy valiosa, siendo ganaderos podemos convivir con el gran felino. Conservar la fauna nativa y la biodiversidad está asociado a su presencia, al no molestarlos aprenden a tolerar la presencia de los humanos. Verlos en su hábitat natural es un renglón económico que se puede desarrollar, turismo de avistamiento de jaguares.
Podemos tomar como ejemplo lo desarrollado en el pantanal brasileño por más de 15 años donde los avistamientos en haciendas o posadas ganaderías generan más dólares que la misma ganadería. El comportamiento de los jaguares nos ha llevado a generar estrategias para los avistamientos, cualquier ganadero o agricultor, si es su voluntad, puede apostarle a estas alternativas de conservación y renglón económico.
Carlos Ruiz-Guerra
Calidris / BirdLife International
Asociación para el estudio y conservación de las aves acuáticas en Colombia. Calidris
Carlos es biólogo con maestría en Conservación y Uso de Biodiversidad. Dedicado al estudio de las aves migratorias y residentes del Orinoco y las costas colombianas. Una de sus principales metas es contribuir a que los agroecosistemas colombianos sean cada vez más amigables con las aves. Actualmente Carlos es el coordinador de Corredores Migratorios y Pastizales de la Asociación Calidris.
En su charla titulada: “La ganadería: una oportunidad de conservación para las aves de la sabana”, Carlos nos presentará el trabajo que por más de 10 años ha adelantado en las sabanas de Colombia demostrando que la ganadería de este ecosistema puede convertirse en aliado de conservación para la biodiversidad, en este caso específico, para la conservación de las aves.
Jhon Moreno Riaño
Músico
Nació en San Luís de Palenque, Casanare, Colombia el 2 de enero de 1978. Inició sus estudios de música en el conservatorio de la Universidad Nacional de Colombia. En el año 1995 ingresó a la Universidad de los Andes a la carrera de Música donde obtuvo el título en el año 2000.
En el año 2000 fue elegido para participar en la serie de conciertos de la Biblioteca Luis Ángel Arango, Lunes de Jóvenes Intérpretes.
En el lapso comprendido entre 2001 y 2008 actuó como concertista en diversas salas de Bogotá y Colombia de las que se destacan el Planetario Distrital, Universidad Nacional, Uniandes, Universidad Javeriana, Universidad de La Sabana, Luís Ángel Arango, Universidad Metropolitana de Barranquilla y Festival Internacional de Música de Tunja entre otros.
Se desempeñó como profesor en la Universidad de la Sabana y Universidad Uniagraria en cátedras de historia de la música, apreciación musical, teoría y guitarra. Adicionalmente se vinculó con el Instituto Distrital de Cultura y Turismo de Bogotá entre los años 2002 a 2007 en el proyecto Jóvenes Tejedores de Sociedad.
Cursó la maestría en Psicología de la Música en la Universidad Nacional de La Plata y paralelamente desarrolló un proyecto de música llanera como cantante y cuatrista entre los años 2009 y 2013. En el 2013 coordinó la primera etapa de levantamiento de inventario de materiales sonoros para el “Centro de Documentación Musical de los Llanos CDMLL”. Trabajando de manera independiente como asesor externo del Ministerio de Cultura en el proyecto de formación a investigadores en música llanera para el eje del “Territorio Sonoro del Joropo” en 2014.
Durante 2014, 2015, 2016 y 2017 trabajó como coordinador del “Plan Departamental de Música del Meta PDMM” MinCultura; como coordinador regional del “Plan Especial de Salvaguardia de Carácter Urgente de Cantos de Trabajo de Llano PEScU” MinCultura y como investigador en la elaboración del expediente UNESCO que llevó a la declaratoria de los Cantos de trabajo de Llano como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad en 2017. Entre 2017 y 2020 cursó la maestría en investigación del patrimonio cultural en una Universidad Pedagógica y tecnológica de Colombia – UPTC. Actualmente desarrolla labores como investigador y es asesor del Instituto Departamental de Cultura del Meta. Forma parte del equipo de investigadores asociado a la Fundación CIRPA y es miembro del Grupo Interdisciplinario de Investigaciones Arqueológicas e Históricas―UPTC, con publicaciones de capítulos de libros y artículos en revistas académicas y de divulgación.
Entre diciembre de 2016 y marzo de 2018 fue becario en investigación de los Fondos Para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de América Latina del CRESPIAL―UNESCO, trabajando el tema de “Los Cantos de Trabajo de Llano en la Serranía del Manacacías”. En 2018 obtuvo mención de honor por parte del Ministerio de Cultura por su proyecto de divulgación transmedial “cachos y cuentos del llano”. En 2019 dos de sus libros literarios (una novela y un libro de cuentos) resultaron ganadores de premios nacionales de literatura del programa de Estímulos del Ministerio de Cultura publicados bajo el sello Entreletras.
En 2022 publicó el libro infantil e informativo ilustrado titulado Llano, bajo el sello editorial Lazo de Bogotá, que en 2023 ha sido seleccionado en la selección 100 outstanding books “THE AMAZING BOOKSHELF”, presentados en la Bologna Children´s Book Fair 2023.
Atentamente,
Jhon Emerson Moreno
corpcultemt@gmail.com
Planeación de taller
Canto o tonada de ordeño
Objetivo
Crear cantos de ordeño tomando como base un modelo melódico elegido previamente, a partir de coplas que tengan sentido, partiendo de los nombres tradicionales que suelen tener estos animales.
Descripción
En este ejercicio requiere una contextualización con relación a la relación de los seres humanos con los animales y a la función que la música cumple como catalizador de esta relación. Una buena descripción de la necesidad que hay de cantarle a las vacas en el corral de ordeño, es por tanto importante para lograr dar sentido al ejercicio.
Ejemplos
Tiene las patas manchadas,
y la cabeza frontina,
cuatro letras del clavel,
y cinco de la gallina.
Clavellina, clavellina,
poonte pooonte Clavellina.
Cual es la noche del año,
en que la virgen serena,
cubre con su manto al niño,
y lo besa con cariño.
Nochebuena, Nochebuena…
poonte pooonte Nochebuena
*********
Bordadora, Bordadora,
Bordadora, Bordadora,
Bordadora…
Bordadora usted que borda,
Suave con hilo de seda,
Bordadora…
Bordame mi corazón,
Pacito que no me duela,
Bordadora, Bordadora.
Palabras:
Corral
Camaza
Totuma
Enrejador
Odeñador
Camaceador
Burro
Yugo
Manea
Maneador
Becerrero
Lazos
Nombres de vacas
- Pan quemao
- Mariposa
- Luna roja
- Fundadora
- Mantecada
- Lucerito
- Mañanita
- Noche oscura
- Zamurita
- Nube di´agua
Canto recio
Objetivo
Contextualizar y revivir el mundo donde surgen los cantos y las prácticas con relación a la música tradicional, dando énfasis al joropo y los cantos de zafra que motiven a la emisión de la voz buscando el estilo y la fuerza, propias de estos cantos.
Descripción
Se busca recrear el contexto a través de relatos, imágenes y todo lo que se tenga a la mano que permita remitir a los estudiantes al mundo donde han surgido estos cantos.
Se propone una representación donde se lleven a la práctica este tipo de cantos desde la cotidianidad.
En el caso de los vaqueros, se reparten unos roles y unas coplas para que cada uno de los participantes, si hay objetos o herramientas de trabajo se distribuyen de acuerdo a las necesidades.
Cada participante debe hacer emisión de su voz con total libertad y con la mayor cantidad de potencia posible sin temor a desafinar, tratando de seguir el ejemplo dado.
Una vez hecho el ejercicio se debe iniciar la práctica del leco del corrío con al menos una copla, basados en algún ejemplo del folclor tradicional a gusto de los participantes. Luego cada participante construirá una o dos coplas sobre el ejemplo ritmo melódico propuesto.
Lecos
1
Jila jila ganaíto
por la huella el cabrestero
póngale amor al camino
y olvide su comedero… ahhhhhhhh
2
Orejero que´s metio
me pone manea cortica
pero tengo un buen caballo
pa comer carne blandita
3
Cabrestero no se aflija
eche palante cuñao
que en esta ganadería
no quiero morir ahogao… ahhhhhhh
4
Jila jila ganaíto
deje el camino trillao
que pa cambiá por dinero
es que lo llevo a Villao… ahhhhhhh
5
Culatero que´s metido
el ganao no acondiciona
porque así es que´l se da cuenta
quién lo aquerencia y lo doma
6
cabrestero que no canta
el ganao le barajusta
y después viene a decir
que´l diablo tuvo la culpa
7
y el toro mira la vaca
y el novillo se retira
como el novillo era toro
la vaca siempre lo mira… ahhhhhhhh
8
No fueron uno ni dos
no fueron cinco ni diez
fueron miles los caminos
que con ganao trajiné.
Comentarios y discusión
Ponerlos a escuchar y empezar a hacer contorno melódico a partir de un análisis conjunto de una melodía sin mucha información, pero deconstruyendo los elementos de la música. La imitación supone una mediación y requiere un proceso de aproximación, quizás un dibujo melódico para aproximarse a la música. Análisis melódico que permita ir hacia arriba, se mantiene o va hacia abajo para darle un sentido más musical a la propuesta. Análisis de lo musical que permita entender los ejercicios. Hacer uso de la onomatopeya para facilitar la interiorización melódica.Opcional: exhibición del juego Vaquerías, una aventura al barajuste
Se llevará a cabo una presentación del juego directamente sobre sobre el tablero.
Se requiere de una mesa de 100 cm X 120 cm para el tablero y un espacio donde no ventee, puede ser un lugar donde la gente se agrupe y pueda hacer la exhibición durante una hora para contar de qué se trata y cómo fue realizado.
Pablo Manzano Baena
Red Pastoramericas
Basque centre for climate change BC3
La contribución del pastoreo a la sostenibilidad planetaria, y el Año internacional de Pastizales y Pastores 2026
El pastoreo es un modo de vida nacido al principio del Neolítico, adaptado desde un principio a las zonas marginales donde la producción agrícola es difícil o imposible. Se ha extendido en el correr de los milenios por las zonas más áridas, frías y montañosas del planeta, formando sociedades productoras de importantes bienes que comercian con zonas más agrícolas. En esa marginalidad, no obstante, está su principal debilidad, pues es a menudo incomprendido y despreciado por sociedades sedentarias que formulan prácticas perjudiciales.
La relevancia del pastoreo se enmarca en la importancia que los herbívoros han tenido en todos los ecosistemas continentales durante los últimos 15 millones de años, a raíz de que los proboscídeos empiezan a colonizar territorios fuera de África y a generar paisajes más abiertos que los bosques del Terciario. La megafauna mantiene esos sistemas abiertos durante millones de años, pero empieza a extinguirse según se va extendiendo el ser humano y prácticamente desaparece del planeta durante el Pleistoceno Superior. Esa extinción habría tenido unas consecuencias mucho más dramáticas en el planeta de no ser por ciertas prácticas humanas, primero de cazadores-recolectores y luego de pastores, que mantienen funciones clave en el ecosistema.
La acción de los herbívoros se entiende bien a través de los tipos funcionales en los que se dividen. En una clasificación de base fisiológica, tradicionalmente se les ha encuadrado en un gradiente que va desde comportamientos alimentarios pastadores a otros ramoneadores. Dichos tipos tienen consecuencias directas en la vegetación, produciendo paisajes específicos. Sin embargo, en estas clasificaciones fisiológicas no se han tenido en cuenta comportamientos desbrozadores por cierto tipo de megafauna, en particular proboscídeos, que resultan clave para el mantenimiento de una estructura abierta en la vegetación. Las actividades tradicionales de cazadores-recolectores y luego de pastores, ligadas al uso del fuego y a la generación de pastos, han sustituido estas acciones desbrozadoras.
La acción conjunta de los diferentes tipos de herbívoros provoca perturbaciones en el ecosistema que resultan clave para mantener su diversidad y funcionalidad, en aquellos entornos con historia evolutiva bajo herbivoría. Las perturbaciones pueden ser más continuas en ambientes más húmedos y productivos, pero en ambientes más secos necesitan de sistemas migratorios que se adapten a los picos de productividad para tener un efecto positivo. Más allá de perturbaciones que relajen los fenómenos de competencia por la luz y el espacio, las comunidades vegetales se ven positivamente influidas por la dispersión de semillas, el favorecimiento y mantenimiento de poblaciones de polinizadores, el reciclaje y remineralización de la materia orgánica, o la regulación de la intensidad de los fuegos naturales mediante el consumo de biomasa vegetal.
Los sistemas pastoriles tienen un importante valor de adaptación al cambio climático, pues dada su adaptación a la movilidad son los sistemas de producción de alimentos con más capacidad de tolerar e incluso aprovechar cambios en los regímenes climáticos. De cara a la mitigación, y pese a la adopción general de ciertas métricas que llevan a errores de interpretación, los sistemas pastoriles se caracterizan por una huella baja de carbono fósil y una producción climática prácticamente neutra.
Los sistemas pastoriles dependen de socio-ecosistemas complejos para su correcto funcionamiento y su sostenibilidad. Adaptaciones durante siglos se han codificado mediante tradiciones, saber local e incluso relaciones sociales entre miembros de estas sociedades cuya estructura provee de resiliencia y de capacidad de adaptación. Sin embargo, muchas de esas sociedades están siendo erosionadas por desarrollos ligados a las sociedades más modernas y más desconectadas del medio natural local. Tras varias décadas de energía exógena artificialmente barata, existe un peligro cierto de alcanzar umbrales críticos donde haya pérdida de conocimiento, estructuras sociales o incluso elementos del medio natural que pongan en peligro la supervivencia del socioecosistema pastoril.
Es esta situación la que ha promovido la declaración del Año Internacional de Pastizales y Pastores 2026. Una iniciativa promovida por la sociedad civil, fue propuesto por el Gobierno de Mongolia y adoptado sucesivamente por el Comité de Agricultura de la FAO y más tarde por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Su objetivo es visibilizar estas cuestiones de sostenibilidad ligadas a la práctica pastoril y salvaguardar estos sistemas, sobre todo a través de la protección de su conocimiento local y el mantenimiento de las sociedades pastoriles que lo hacen posible.